Goierritar baten gogoetak (2. atala)
Semana dura las que se estará viviendo por Zarku. Me cuenta mi topo que el equipo no salió puesto, se regalo ventaja y siendo los que somos no se pudo remontar. Pero no todo son malas noticias en la familia morada, esta semana ha habido un resultado de nuestro fútbol base que merece mención especial, el juvenil de Pablo Rey ha ganado su primer partido en la 8ª jornada (llevaba 6 derrotas) y lo ha hecho contra el líder, 2 a 0 en Zarku al más puro estilo Mundarro , fuertes atrás y gol de banda y gol de córner. Habrá que tomar nota para el partido contra nuestro próximo rival, el Zumaiako, que tampoco nos trae muy buenos recuerdos, hace tres temporadas que nos enfrentamos a ellos y doble 3 a 0, con debut del potro en Zumaia y debut de titular para nuestro Donato (Iñaki Tellería) en Zarku. Eran otros tiempos.
Siguiendo con mi recopilación de vivencias, hoy os contaré una que me ocurrió en Zumaia, espero que a diferencia de la semana pasada sea más original.
Recibí una llamada de mi buen amigo Iñigo que trabajaba en el Guipuzcoano de Zumaia por aquel entonces:
- Oye Xabi, porque no te vienes el jueves a comer a Zumaia que son fiestas y luego vamos al frontón que hay partido de pelota?
- Hecho.
Y el jueves comimos en la Talaso Zelai un menú estupendo, regado de buen vino, con un buen café y por supuesto estando Iñigo por el medio, varios pacharanes. Al frontón llegaríamos tras habernos tomado seguro un par de GinTonics por el pueblo y ya con el por lo menos tercero nos sentamos en la grada a ver el estelar. Solo recuerdo que uno de los 4 pelotaris era Titín, ya entonces (habrán pasado fácil 10 años) nos parecía viejo y que estaba en las últimas. A medida que nos calentábamos el morro mutuamente nos entraron ganas de apostar, ¿pero cómo? nunca lo habíamos hecho antes. No Problem, ahí estaba yo para enfrentarme a la situación, llamé a un corredor con un gesto y le dije bien en alto para que me oyese hasta el del marcador:
-COLORAO, COLORAO (Titín era azul).
El corredor me miró y mediante un gesto que yo interpreté como ¿Cuanto? se me quedo mirando. Entonces apareció mi mano llena de dedos, sí, sí, mis cinco dedos aparecieron sobre todas las cabezas del público y ya no hubo más comunicación con aquel corredor, se limitó a escribir en un papelote, meter éste dentro de una pelota hueca de tenis y lanzármela. Yo contento de mi gestión y ya con los papelotes en la mano le dije a Iñi:
- Ahí está, ya tenemos 5000 pelas (todavía no había €) contra Titín.
Al oírme decir esto, la persona que estaba sentada delante nuestra, que ni tenía pinta de haber tomado un pacharán en su vida y muchísimo menos 3 o 4 Gin Tonics aquella tarde, se giró y nos dijo:
- Txabales, ¿ya sabéis que habéis apostado 25000 pelas?
- ¿Cómo?
- Sí es que cada dedo son mil duros, es lo que se llama "postura"... patatín patatán
Lo siguiente que recuerdo es que Titín empezó a pegar pelotazos como los ángeles y se empezaba a abrir brecha en el partido. Nosotros ya conscientes de nuestra ruina contábamos la pasta que llevábamos encima, comprobando que no nos llegaba para pagar. Primero yo y posteriormente mi compi, nos levantamos durante el partido para ir al cajero, Iñi dos veces porque la primera se dejó el dinero sin coger del cajero, y así una vez acabado el partido nos acercamos al corredor y le entregamos las 25000 pelas. Ese día aprendí que no volvería a apostar nunca más... en contra de Titín. Porque la siguiente vez que fui a un frontón, volví con Iñi, volví con el morro caliente, volvió a jugar Titín, pero esa vez presumiamos que ya habíamos visto muchas veces la película, partido reñido pero al final victoria de TINTÍN, que fue como nos pasamos llamándole todo el partido para desgracia de varios puristas. Pero esta historia ya la contaré otro día.
Bueno familia, darle duro al entreno que es la clave de los resultados y jugar a muerte, agresivos, con cara de mala ost.. y las venas del cuello hinchadas como colas de lagartija.
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